Felices
fiestas y mejor 2015, es lo que os deseo a todos y todas.
Otro año, el sol empieza a renovarse, y aunque nos queda todo el
invierno, la próxima luna de año nuevo chino favorecerá y fomentará nuestros
esfuerzos. Parece ser que dentro de lo cabe hay esperanzas en todos los
sentidos, pasando de la apatía y cierta desesperación a la esperanza y a la
necesaria regeneración social, de mejores expectativas de exportación, dada la
situación del euro en relación al dólar, por citar sólo dos aspectos positivos.
Una sociedad más viva y unas mejores condiciones en general del entorno estoy
seguro que nos permitirán salir de estos años decadentes que hemos vivido. Al
menos, hay esperanza y perspectivas,
lo cual no es poco.
Empresas y empresarios
Y ahí es donde necesitamos apuntar: las empresas a organizarse mejor y planificar las mejores estrategias
para aprovechar las oportunidades, aunque todavía sean pequeñas, que se
presenten, y así contribuir socialmente a un mayor empleo, una mayor
racionalización productiva y ecológica y un paso más renovando posiciones.
Todos necesitamos renovarnos y la empresa es un lugar para eso, para
hacerlo continuamente. Sólo los que llegan a ser monopolios y corporaciones
pueden reaccionar más tarde, porque tienen la posición ganada, aun así muchos
siguen en la brecha, porque si no lo hacemos, quedamos apartados, jubilados,
del mercado.
Una empresa casi siempre tiene al menos dos puntos débiles:
a)
el primero es que: como existe y eso quiere decir
que ha tenido un poco o un mucho de éxito –otros han quedado por el camino-, se
acaba confiando –hasta a veces, mágicamente- en que son unos grandes
emprendedores y eso les puede llevar a perder lo que les hizo subir.
b)
Y otra, es muy débil cuando analiza lo que pasa,
porque saber lo que pasa en el mismo presente y el futuro inmediato es muy
difícil, y porque está más acostumbrada a tomar decisiones y ponerlas en
marcha, que a pensar en profundidad sobre su situación.
Escuelas y profesores
Los educadores porque son/sois el futuro, lo que hacen/hacemos creará mejores condiciones de los educandos para
prepararse para lo que ya está encima, es decir, una sociedad que todavía
no la vislumbramos del todo, pero que ya está ahí.
En mi juventud era un plus aprender a escribir a máquina o taquigrafía
o llegar a ese nivel intermedio –tan español- de inglés o de francés. Hoy, un
chavaliño sabe casi siempre más de TICs que los profesores. Hace cinco años
–sólo cinco años- cuando les pedía a mis alumnos que montasen un blog, tenía
que decirles todo, indicarles donde mirar para aprenderlo, asesorarlos.En dos
años, es decir, hace tres, sólo tenía que decirles, “montáis un blog y ….” y ya
estaba. Y eso es mucho más diferente en comportamientos, en relaciones
sociales, en sociedad , de lo que pensamos …..
La sociedad “ha cambiado” y la educación ha de pasar a ser aprendizaje, los espacios individuales
han de convertirse en espacios de
interrelación grupal, las tecnologías han de ser una oportunidad y no una dificultad, los profesores tenemos que
aprender a transformarnos en
facilitadores, en motivadores, en dinamizadores. Todavía existen muchas
trabas, la mayoría burocráticas que dificultan nuestra labor de innovación
educativa, pero poco a poco se irán disolviendo, sobre todo, si somos capaces
de:
a) definir claramente las necesidades con las que crear proyectos innovadores que nos impulsen a adaptarnos –y aún adelantarnos- a la
dinámica social,
b) agruparnos, formar grupos que aborden esas necesidades, las conviertan en
proyectos y esos proyectos se apliquen en distintos espacios escolares; y
c) se trabaje y aprenda
continuamente de los resultados obtenidos –para ello tenemos que investigar
sobre los resultados de lo que hacemos- y se
mejoren las acciones innovadoras que pensamos necesarias.
Empresarios, Profesores y Tomiño
Y lo que
afirmo para unos es también interesante para los otros, y viceversa.
El profesor tiene una fuerte
tendencia a repetir, aunque no le guste y quisiera cambiar, pero eso siempre
exige esfuerzo y adentrarse en espacios novedosos y de riesgo. También, como
las empresas, suele ser débil al analizar lo que pasa, sobre todo, porque los
grupos educativos tienden a burocratizarse en sus funciones, más que a proponer
y trabajar lo que se hace –otras experiencias- y poner en marcha las suyas. Siempre
hay excepciones.
Por su parte, las empresas se paran
poco a analizar sus necesidades, las de sus trabajadores, las de sus clientes,
las de sus proveedores, se sientan poco con ellos, y existe una tendencia a
“aislarse” en “nosotros mismos”. Tampoco trabajan bien en grupo, a veces ni lo
intentan, y como mucho alcanzan cotas razonables de trabajo en equipo, pero más
enfocados a hacer que a comprender, proyectar-planificar y luego hacer. Y por
supuesto, aprenden poco de su propia experiencia –si sale bien, la utilizan en
promocionar y publicitar sus productos, pero no en darle toques de mejora
continua o de cambio para seguir avanzando.
Por tanto, estoy hablando de empresarios, estoy hablando de
profesores, podría hablar de movimientos sociales o políticos o de agentes de
desarrollo local, siempre aparecerían cuestiones básicas que son las que he
formulado –por supuesto, sin ánimo de ser exhaustivo, sino de informar y que
podamos compartir el punto de partida al que hemos llegado.
¿Qué hemos hecho hasta aquí en este proyecto de
innovación social?
Sólo hemos
empezado el camino hacia la innovación.
Un grupo, el de empresarios, trabajó
y tomó conciencia de lo que significa innovar, de qué es lo que hace que
una empresa sea competitiva y siga existiendo y si acaso creciendo. Tiene que
cuidar a sus clientes, al mundo de “el
otro”, sobre todo, pero también a sus trabajadores, a sus proveedores, y estar mirando continuamente hacia los
otros, hacia afuera, porque ahí es donde se presentan las oportunidades.
Aislarse no sirve para mucho.
A partir de ahí, se le puso como
tarea que pensaran, primero ellos mismos, y luego con sus colaboradores sobre
los puntos a mejorar de su empresa (¿qué
falla más? o ¿en qué tenemos que enfatizar?: ¿en la organización y dirección? ¿en
la calidad o el tipo de producto? ¿en la relación con los clientes y el
mercado? ¿en las relaciones que tenemos con el exterior? ¿en nuestra manera de
planificar o de proyectar? ¿qué nos falta? ¿qué nos falla?): ESA ERA LA
TAREA DESDE FINALES DE NOVIEMBRE, y ahora con la luz solar empezando a
renovarse, será más fácil que la abordemos y luego, en la reunión que tendremos
la compartiremos y perfeccionaremos.
El grupo de profesores trabajó
conociéndose y viendo lo que estaban haciendo o querían hacer.
Profundizaron en su situación, en las dificultades y oportunidades que se
presentaban y cómo era preciso enfrentarlas con nuevos métodos. Sobre todo, a
partir de una metodología grupal que
les ayudara a introducirse en el mundo de la interrelación y del trabajo común.
Nos importaba, sobre todo, hacer patente que lo que sabían –colaborar es más efectivo que estar sólo-
empezase a superarse a través de un método grupal que nos permita tomar
decisiones y asumir proyectos con otros. Los profesores suelen ser más
estudiosos e indagadores y por eso, se les pidió que BUSCASEN EXPERIENCIAS
innovadoras en educación durante este tiempo de “vacación” entre una reunión y
otra. ¿Por qué? Primero, porque están más acostumbrados a buscar y a analizar,
y segundo, porque las experiencias les permitirán reflexionar sobre la renovación de su propia experiencia. Y de eso
hablaremos en la próxima reunión, de lo que hemos encontrado significativo y
aplicable, y de las necesidades reales que encontramos en nuestras/vuestras
aulas.
Me gustaría que aunque todo esto es más largo de lo que pensaba al
principio como felicitación de Navidad y Año Nuevo, pueda servir como nuevo
punto de partida y de recordatorio del trabajo realizado y de las tareas que
quedan pendientes.
En resumen, estamos en ……
En la próxima reunión nos acercaremos a nuestro objetivo de innovar y
en la tercera abordaremos ya proyectos innovadores, los construiremos y
estableceremos las bases para ponerlos en marcha.
Todo puede parecer muy lento
para todos, porque todos tenemos prisa y queremos resultados, pero no es más
lento que lo necesario para llegar. No siempre el que corre siempre llega
antes, ni tampoco el que da saltos está en mejores condiciones de seguir. Es
preciso dar un paso después de otro, aprender lo que se ha hecho bien y mal y
seguir intentándolo proyectando nuevos horizontes y metas.
La primera reunión ha servido para re-conocernos, volver a vernos o
vernos por primera vez, compartir conocimientos –no desde arriba o desde un
maestro, sino entre nosotros-, poner cuestiones básicas en común, y las tareas
propuestas nos permitirán dar un salto importante para todos.
Como no hay
recetas mágicas, ni son necesarias, lo importante es generar un ambiente de
reflexión, de conciencia común, de conocimiento propio, para a partir de ahí ir
dando pasos hacia la solución de alguno de nuestros problemas mediante
proyectos, bien individuales, bien grupales, que nos permitan innovar en
nuestra empresa o en nuestros colegios e institutos.
Dado que todo este escrito es una renovación también de las tareas de
ambos grupos, y las “fiestas” acaban después del 6 de enero –y tal vez un poco
más, hasta que volvemos a ser nosotros mismos-, me gustaría proponeros que las reuniones sean
los días 23 (empresarios) y 24 (profesores) en lugar del 16-17 inicialmente
programados. Pienso que todo irá mejor en ese fin de semana, no sólo por tener
más tiempo para las tareas propuestas, sino porque la luna nueva del 19
renovará nuestro ciclo de energías y de innovación.